IMPERIO
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Es un libro de lectura muy difícil, por varias razones: 1. Está redactado siguiendo el estilo de los “nuevos filósofos” franceses que –en el país de Descartes - hacen un culto del lenguaje oscuro y se complacen en poner en difícil lo que muchas veces son lugares comunes. 2. Sus fuentes son demasiadas, en parte contradictorias y carece de sistematismo. La falta de perfiles que - según sus autores - caracteriza a la post-modernidad (en adelante posmo.), se aplica al libro: puede ser leído de atrás para adelante o salteando partes, sin que la comprensión se vez afectada demasiado. 3. El texto, a más de oscuro, presupone que el lector ha leído a los autores fuentes de I. (Foucoult, Derrida, etc..). Si no los leyó, perdió. 4. Los autores no definen sus términos, que usan en forma no habitual. En realidad prácticamente hay que adivinarlos. |
Naturaleza y “filosofía” de Imperio:
1. No es un texto político, ni económico, ni sociológico, ni filosófico, pretende ser, y en parte es, multidisciplinario.
2. No es un texto científico, ni el sentido tradicional ni tampoco en el marxista. No pretende demostrar nada, sino que aspira a mostrar lo que es, en un sentido “materialista”. Por tanto, no prueba nada y sus presupuestos no se exponen claramente. En rigor, Imperio es un conjunto de ensayos sostenidos sobre la base de algunas hipótesis, algunas razonables aunque poco o nada originales y otras delirantes. Maneja un bagaje bibliográfico monumental pero como falta un pensamiento realmente sistemático, los autores o fuentes son citados con el estilo que usamos los abogados en nuestros escritos judiciales: como “autoridades”, a favor o en contra de lo que se quiere demostrar o como “ejemplos” de lo mismo. Los autores citados vienen de todos los tiempos y de todas las ideologías, son un “potpurrí”. Muchos de ellos si revivieran, asesinarian a estos “discípulos” .
III La ideología declarada de Imperio es el comunismo y su filosofía el materialismo. No el materialismo dialéctico. Niegan la dialéctica como mala palabra (a pesar de utilizarla todo el tiempo), sino una especie de materialismo histórico, que, curiosamente, olvida la historia. Todo esto en la “lectura” post-marxista de los post-filósofos de la postmo. global, cuya fuente, bien sabemos, NO ES MARX SINO NIETZCHE. El resultado de tal ensalada es previsible...
CONTENIDO DE IMPERIO
Los autores pretenden elaborar una descripción global de lo que pasa, para atacar lo que es (lo que es, es el Imperio). Quieren –como todos los utopistas de todos los tiempos - pasar del orden lo posible al orden de lo real, lo que no tiene nada de malo en sí.
Para ello empiezan sosteniendo que actualmente no existen imperialismos, ni genuinos estados-naciones sino que se está formando un orden imperial: el Imperio. El imperio, tampoco es, como podría sospechar cualquier hijo de vecino, el superimperialismo yanqui, sino un “orden” de dominación que está “en todo lugar”, que no tiene “ni adentro ni afuera”, y que lo abarca todo sin comprender concretamente nada. Su lugar es la totalidad del mundo y su tiempo es la negación de la temporalidad histórica, es decir, ningÚn tiempo. No tiene centro (su centro está en todas partes), ni límites, ni nada: solo tiene –pequeño detalle - el monopolio último del poder: decide sobre la vida y la muerte de los hombres (las multitudes), las organizaciones, los estados - nación etc.
Su proyecto es solamente afirmarse y durar para siempre. Su ideología es que lo que es está bien, y como lo que es, es el capitalismo global, es eso lo que está bien. No tiene ni capitales ni líderes o, mejor dicho, tiene muchos, que responden al unísono al mismo orden imperial.
¿Cómo se formó el Imperio? El Imperio nació como consecuencia de la vocación imperial –de nuevo tipo- de un estado-nación: E:U: Esta vocación, se lee en los documentos fundacionales de ese país, de fines del s.xviii. Desde entonces ni hizo sino crecer en sentido imperial, lo que los autores relatan a grandes rasgos, y todos sabemos.
¿En qué sentido este nuevo Imperio, o como se dice en mi pueblo: imperialismo, es novedoso? Por lo siguiente: Todos los imperialismos europeos (español, holandés, portugués, ingles, francés, alemán) se caracterizaron por pretender la expansión de su espacio nacional interior, construyendo siempre sobre la base de un adentro y un afuera. Por eso, desde el punto de vista del desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas, todos tenían que venirse abajo, porque el capitalismo se basa en el desarrollo de un genuino mercado mundial que va derribando los espacios económicos locales e invalidando la estrategia de los estados-nación. Los imperialismos estaban constituidos sobre la base de la separación: por eso fueron nacionalistas, xenófobos y racistas. Pero (esta imagen es mía pero la idea late en los autores) para el gran capital globalizado todos los hombres somos iguales ante EL UNICO DIOS VERDADERO: EL GRAN CAPITAL-MERCADO y su PROFETA :EL IMPERIO.
Además el desarrollo capitalista mundial tiende a la IGUALACION de las tasas de ganancia. (SI ES ASI Y REALMENTE CREO QUE EN ESTO TIENEN RAZON A LA LARGA LOS YANQUIS ESTAN ECONOMICAMENTE PERDIDOS, PERO ESTA VETA TEMATICA NO LA DESARROLLAN LOS AUTORES PORQUE CURIOSAMENTE IGNORAN LA ECONOMIA)
Los E.E.U.U. tuvieron desde su inicio un proyecto especial: EL DE UNA DEMOCRACIA INCLUSIVA DE DESPLIEGUE MUNDIAL. Esa es la razón por la cual su proyecto imperial, es el único exitoso, ya que coincide con la necesidad de que el capital globalizado responda a un único director de orquesta. Y este proyecto imperial, es la única respuesta adecuada al desafío global que formulan al capitalismo, las MULTITUDES del mundo-global.
Ahora bien, ¿quién es este sujeto histórico aparentemente novedoso? Los autores rechazan el concepto de “pueblo”, porque pueblo es la idea de un sujeto histórico apto para la etapa de los estados-nación. Es una construcción “artificial”, represiva y particularista. En ese sentido, todas las luchas de liberación nacional y descolonizadora, aunque justas, fueron históricamente un fracaso, porque no solamente no liberaron a sus “pueblos” sino que su proyecto de industrialización forzada autónoma, fue funcional al desarrollo del capital mundial, en la etapa previa al Imperio. Esta valoración alcanza a la propia Unión Soviética, que cayó, no por sus fracasos, sino por sus éxitos, es decir, cuando el proceso de modernización culminó y ya no fue necesario el mantenimiento del gran estado-nación burocrático y parasitario de las energías capitalistas
Puesto que el concepto de “pueblo” resulta anticuado y además es reaccionario, los autores identifican en el conjunto de trabajadores materiales e inmateriales que pululan en el espacio global, es decir, en las multitudes, al verdadero sujeto histórico de la post-modernidad. Es sujeto histórico, porque verdaderamente hace la historia, produciéndola con su trabajo social, es el verdadero creador del imperio, porque su desarrollo lo hizo imprescindible, PARA PODER CONTROLARLA. Precisamente por eso, finalmente la multitud derribará al Imperio.
FINIS IMPERIO: Así como los estados-nación decayeron porque el desarrollo de las fuerzas productivas globales ya no podía sostenerse dentro de sus límites así también morirá el Imperio –que realmente muere en el mismo momento en que nace- porque con su creatividad, su afectividad, su intercambiabilidad, su nomadismo, su estar en contra, su no-lugar y las potencias de su AMOR, las multitudes derribarán al I. que no podrá satisfacer sus crecientes deseos (deseos de muchas cosas, materiales e inmateriales), que el propio Imperio hace surgir al disciplinar el trabajo social mundial y antes no podrían haberse logrado.
Las multitudes constituyen el espacio del bio-poder que es, sencillamente, EL PODER DE LA VIDA.
El trabajo social que produce el capital global se basa en la revolución tecnológica de las comunicaciones y el uso de las computadoras en escala masiva. Esto, que constituye la base material del tendido “en red” del poder imperial, es también la base del desarrollo de ese trabajo, que torna anticuado el concepto de obrero fabril(porque las fábricas globales son virtuales, es decir, están “en cualquier lugar” o en todo lugar), y también torna obsoletas las técnicas de control laboral del pasado capitalista (taylorista y después toyotista).
Los autores hacen una buena descripción del entramado jurídico- administrativo del imperio naciente: Sobre el antecedente prematuro de las Sociedad de las Naciones, las Naciones Unidas, y sus organismos periféricos: FMI, BM, etc. sus brazos ejecutores subsidiarios: OTAN, etc., los estados-nación subordinados de primer rango: Francia, Inglaterra, etc., los estados- nación vasallos (todos los demás), las grandes corporaciones (células vivas del I.), y el entramado de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que gobiernan localmente el Imperio.
Los gobiernos –que se mantienen - son locales, pero el poder es global. Esto define al Imperio. El poder imperial interviene para dirimir las cuestiones que los locales no pueden resolver por medio de la fuerza legitimada internacionalmente (la guerra justa de intervención: PRIMER ejemplo mundial: La guerra del golfo).
El Imperio se sostiene sobre el triple poder de: la bomba, el poder financiero cuya administración ejerce el FMI y el dominio de las comunicaciones (el eter).
Todas las fuerzas que enfrentan actualmente al Imperio son anacrónicas, representan poderes arcaicos y van a fracasar: Ejemplos: estados- nación “rebeldes”, fundamentalismos, tradicionalismos, etc. Tampoco sirven de nada los diversos desarrollismos, tercermundismos, etc. Todos están fuera de época. Solamente las multitudes con sus luchas que en cada caso afectan el corazón del Imperio acabarán con él, realizando la efectiva PAZ Y LA LIBERACION BIENECHORA QUE EL Imperio promete a sus “súbditos” pero que no puede realizar, precisamente porque es un imperio.
El poder imperial presenta algún paralelo con el gobierno perfecto que POLIBIO asignaba al imperio romano: Mezcla de monarquía (EMPERADOR), aristocracia (SENADO) y democracia (plebe). EL IMPERIO tiene un centro monárquico (el dueño del dedo con capacidad de desatar el poder termonuclear y destruir la vida), una aristocracia (LOS grandes burócratas de las multinacionales administrativas y corporativas) y una plebe constituida por las multitudes que pueden acceder a la democracia imperial.
Pero, como ya sabían los antiguos, el I. es CORRUPCION. Es corrupción en todos los sentidos del término. El imperio es corrupción porque disuelve todo lo que toca destruye todas las identidades y aniquila todo los valores que no son él mismo.
Con el Imperio, culmina y muere la “modernidad” que se sostuvo sobre las ideas de pueblo y estado -nación. También se consuma la destrucción de la metafísica occidental fundada en un ser trascendente (último avatar de la idea del dios cristiano, este agregado es mío pero es consistente con el análisis anterior porque también tiene como fuente a Nietzche co-autor oculto del libro). Ello es así porque en realidad el Imperio – reino del capital soberano - es realmente mundial (no tiene fronteras ni particularismo alguno). Con el Imperio, Europa finalmente acaba como poder mundial.
COMENTARIO FINAL: Esto es, a grandes rasgos, lo que dice IMPERIO. Por supuesto, contiene muchas más tesis y opiniones, algunas realmente interesantes y que merecerían un desarrollo particular, pero, globalmente, lo anterior es todo lo que dice.
Una crítica detallada de Imperio, llevaría a escribir un texto tanto o más largo que el libro, puesto que muchas de sus interpretaciones son arbitrarias y merecen ser refutadas, pero esta tareas – muy interesante para quienes puedan vivir en un campus universitario- no se compadecen con las diarias labores del autor de estas líneas, simple proletario imperial suburbano.
GRAVE CARGO: Las críticas que me merece Imperio, las dejo para otro momento, pero no puede omitir una fundamental, que, desde ya, nadie que se refiera al libro, debería dejar de advertir: Los autores han desconocido, o al menos no han tratado para nada, el rasgo más significativo del actual capitalismo global que es el de tratarse en su sector más dinámico el de un CAPITALISMO FINANCIERO DE TIPO ESPECULATIVO. Este tipo de capitalismo siempre existió pero jamás con la magnitud cuantitativa ni la dimensión cualitativa que la que ostenta ahora.
En realidad, es cierto que estamos ingresando en una nueva época – no se si de la humanidad pero seguramente sí del capitalismo- merced al hecho que- o sorpresa que parecen no advertir estos internacionalistas que escribieron Imperio- el UNICO SECTOR DE LA ECONOMIA GLOBAL REALMENTE GLOBALIZADO QUE ES EL FINANCIERO, se está moviendo por todo el mundo a una velocidad exponencial creciente y hace tiempo que su dimensión dineraria pura, superó cualquier comparación con un movimiento económico real equivalente. El actual colapso argentino no se explicaría en su velocidad y profundidad si así no fuera. En realidad el caso argentino, no prueba que seamos de “décima”, ni que nos hayamos caído del mundo, sino, todo lo contrario, que estamos en el centro de este mundo, que nuestro caso es un ADELANTO NO UN DEJA VU, y que lo que hoy nos pasa a nosotros, mañana puede sucederle a cualquiera, o quizás, A TODOS.
El gran tema a resolver –siguiendo esta línea de pensamiento- es:¿somos víctimas de un experimento planificado o asistimos a un primer síntoma cancerígeno de nueva especie en el cuerpo imperial?
LAS ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES, LOS ESTADOS NACIONALES Y EL IMPERIO.
Rasgos comunes entre la “ideología” de ÌMPERIO y los movimientos globalifóbicos.
Concepción libertaria: Los autores de I. sostienen un utopismo teñido de un internacionalismo (de cuño trotskista aunque no lo dicen). Rechazan el estado-nación y atacan por supuesto al Imperio, pero ven en este último, un progreso global, porque precisamente, según ellos, el I. contiene la posibilidad de las soluciones globales por las que pugnan las multitudes.
Esa postura se corresponde con las principales organizaciones antiglobalización, que, en rigor, no atacan la globalización sino la forma que ha adoptado en el marco del capitalismo mundializado.
Internacionalismo: Idem.
Utopismo: Idem.
Otros rasgos entre la ideología de I. y estos grupos no pueden compartirse: por ejemplo, la idea del progreso constante subyace en Imperio, porque, en ese sentido, sus autores, siguen siendo dialécticos en el sentido marxista: CREEN POR TANTO QUE EL IMPERIO, ES LA ACTUAL FASE SUPERIOR DEL CAPITALISMO. Cualquier organización que, con un discurso anticapitalista, por ejemplo ecologista, pretendiera retornar a un pasado pretecnológico, o incluso detener el proceso de desarrollo tecnológico actual, no sería aprobada por los ideólogos de Imperio.
Acción directa: Los autores de Imperio, dan como norma de lucha de las multitudes el ESTAR EN CONTRA. Como ejemplos en la Argentina de ese tipo de actitudes, yo pondría el reciente voto bronca y ahora el slogan que se vayan todos.
Esto puede corresponderse a algunos procederes de los grupos antiglobalización, pero no de todos.
Imperio, se refiere a las ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES en las páginas 288 y 289. Remito a lo que allí se dice: son lugares comunes, e incluso sus opiniones resultan ideológicamente confusas Sobre los grupos antiglobalización en sí no dicen nada, salvo que les sea aplicables las consideraciones que hacen sobre las formas de lucha de la multitud.
EL FENOMENO EDITORIAL DE IMPERIO Y LAS ORGANIZACIONES ANTIGLOBALIZACION:
Yo no creo que I. pueda parangonarse con un nuevo manifiesto comunista post-moderno. Ello simplemente, porque NO ES UN MANIFIESTO. En los años 1840 y pico cualquier obrero, incluso analfabeto, a quien se le leyera el manifiesto de Marx y Engels, podía, razonablemente, entenderlo. Se trataba de un texto simple, didáctico y sumamente expresivo. Su finalidad no era conmover a la estudiantina sino soliviantar al movimiento obrero, y cumplía bien sus finalidades. Por supuesto el texto del MANIFIESTO no es superficial ni demagógico, pero fue y sigue siendo un error propio de los intelectuales el creer que el pueblo solo puede entender estupideces o balbuceos.
Imperio no es un manifiesto aunque algunas de sus fragmentos de capítulos terminales escritas en cursiva tengan ciertas pretensiones en ese sentido. Se trata de un libraco cuya lectura y relativa comprensión sólo puede ser tolerable y accesible a intelectuales con una muy amplia formación cultural, en rigor, no cualquiera, sino específicamente de los post-filósofos franceses de 1960 en más. De didáctico no tiene nada y –por supuesto- no contiene sino atisbos de un plan de acción antiimperial.
Del Manifesto histórico, resultaban propuestas y tareas del futuro inmediato. Nada de eso sale de Imperio. El sujeto a cual se dedicaba el Manifiesto era la clase obrera europea de su tiempo. El sujeto de Imperio son las multitudes sin tierra y sin nombre del mundo entero, caracterizadas por estar en contra y el nomadismo. Y yo, francamente, no creo que los miles de argentinos que hoy en día emigran hacia Europa o tantos otros lados, encuentren en Imperio, un texto fundacional, a pesar de que, evidentemente, están en contra y se han vuelto nómades.