Balance del Torneo Apertura jugadas 10 fechas

La caja de Pandora

El fútbol nuestro de cada día, al observar las impredecibles vicisitudes que le dan color al campeonato, parece ser una caja de Pandora. Por esa razón la fiesta continúa al son de una pelota que rueda en cada cancha. Pasen y vean:  

Pasadas las diez primeras fechas del Torneo Apertura argentino de fútbol, el análisis de los encuentros disputados hasta ahora muestra una feroz lucha por la punta, una considerable cantidad de goles convertidos, la siempre entretenida pelea por el descenso y la Promoción, la escasez de figuras descollantes frente al surgimiento de jóvenes valores, varios técnicos que abandonaron sus cargos para darles lugar a otros y, como lamentablemente parece ser ya una costumbre non sancta entre los hinchas, algunos hechos de violencia que opacan la fiesta de los fines de semana. En fin, diferentes matices que le dan color a un fútbol cada vez más deslucido, a la vez que impredecible, cuya principal protagonista, la pelota, sigue girando a pesar de todo.

La disputa por los primeros puestos de la tabla fue más que curiosa hasta aquí, sobre todo por la cantidad de clubes que se prendieron en ella. Sin dudas, la revelación en este rubro fue el Central del “Flaco” Menotti, que arrancó y se mantuvo puntero por algunos partidos, hasta que la inexperiencia de su plantel le jugó en contra. Los que estuvieron a tono con los pronósticos previos fueron Independiente y River, el primero con una leve luz de ventaja, quizás por las ¡ocho! incorporaciones que sumó (“Rolfi” Montenegro, Federico Domínguez, Pusineri y Cía.) a su equipo, aunque entre los dos prometen sacarse chispas hasta el final. Un escalón más abajo se encontró Vélez y Boca, cuya irregularidad no les permitió, hasta ahora, perfilarse como firmes candidatos.

En materia de goles, los gritos fueron 246 hasta la fecha 10, siendo Independiente y Central los que más convirtieron (29 y 22, respectivamente), mientras que los que menos tantos recibieron fueron Vélez (5) y River (7). El Rojo, por su parte, tiene al goleador en lo que va del torneo, Andrés Silvera, con 10 tiros-red.

         El “otro” torneo, el de los que luchan por mantener la categoría, no es menos interesante que el de los de arriba. Allí, en la mitad del campeonato, los que descenderían son el recién ascendido Olimpo de Bahía Blanca (promedio 1,00) y Rosario Central (1,139), sí, el mismo equipo rosarino que busca la coronación. Más arriba se encuentran Unión de Santa Fe (1,162) y Chicago (1,170), los condenados a la Promoción, instancia en la que deberían verse las caras con dos equipos del Nacional B.

         Pero más allá de todo, sin duda alguna, los grandes protagonistas de cada domingo son los jugadores, aquellos que salen a la cancha y ofrecen espectáculos destacables así como partidos olvidables. El Apertura es testigo, como ocurre desde hace tiempo, del creciente éxodo de jugadores que emigran en busca de un mejor porvenir económico-social-deportivo. Ante la falta de Saviolas, Aimares y Riquelmes, debemos contentarnos con jugadores de menor renombre como Silvera e Insúa (Independiente), Leonardo Ponzio (Newell’s), Silvio González (Arsenal) e incluso pibes como Patricio Pérez (Vélez; 17 años), Carlos Tévez (Boca; 19) y Luciano Figueroa Central; 19), quienes, hasta el momento, fueron de los más destacados.

         El fútbol, al igual que otras actividades, también genera desocupados, principalmente los DTs que, por diversos motivos (sobre todo por la falta de resultados positivos), deben abandonar el banco de suplentes. El actual torneo ya expulsó a seis de ellos en tan sólo diez fechas. A saber: el “Patón” Bauza reemplazó a José Fosatti en Colón de Santa Fe, Malbernat hizo lo propio con Craviotto en Estudiantes de La Plata, en Huracán Babington por Brindisi, “Chiche” Sosa por el “Profe” Córdoba en Lanús, Chicago vio renunciar a “Pancho” Ferraro (todavía sin reemplazante) y el “Checho” Batista tomó el lugar de Trossero en Talleres de Córdoba.

         En la conjunción de matices mencionada anteriormente, el negro lo aporta una vez más la violencia, ese maldito fantasma que acecha las canchas argentinas desde hace décadas y que ya se ha cobrado varias víctimas. Si bien no hubo muertos, se registraron algunos enfrentamientos menores entre barras y también con la Policía, la otra arista implicada en el asunto. Entre los hechos ocurridos cabe destacar la suspensión del clásico del sur entre Banfield y Lanús por la prohibición del ingreso de banderas “antirreglamentarias”, lo que originó fastidio entre ambas parcialidades y desembocó en una catarata de proyectiles hacia el campo de juego. En líneas generales, puede decirse que los dirigentes han tomado las medidas necesarias para evitar hechos violentos y fomentar el regreso de las familias a los estadios, cosa que, por el bien del fútbol y la pelota, está volviendo a suceder.

Mariano Pagnucco